jueves, junio 12, 2008

miércoles, junio 04, 2008

Lali, la niña de dos caras


Duplicación craneofacial.

La Terza Madre


Una de las culpables de mis gustos por el cine gore, extremo y bizarro es mi mamá. Recuerdo de niño ir al Dorado 70, cine que se ubicaba en lo que es Plaza Universidad, a ver King Kong (la del 79), y vi una imagen que todavía la tengo en mi cerebro: una mujer colgada, bañada en sangre y el título "Alarido". Era un cartel promocional de la película "Suspiria", del maestro Dario Argento. Esa imagen y la de la cabeza explotando de Scanners nunca las olvidaré. Eso es simplemente imposible que suceda ahora: encontrar ese tipo de publicidad en el cine y en los trailers, y ¡la gente se asusta del Hostal! Recién acabo de ver la última del Maestro, La Terza Madre, la película con la que cierra su trilogía empezada con Suspiria. Sucede algo extraño al verla, es como regresar el tiempo a época de las cintas italianas de los 70s y 80s, de explotación, actores italianos doblados al inglés y de un exceso visual que no se ve ahora. Pocos directores se pueden dar el lujo de hacer eso toda su vida, ahora vemos a los geniales autores franceses haciendo porquerías como el remake de The Eye, o One Missed Call. Ah, que tiempos...